La revuelta en Túnez, que preside Bin el Azidin Ben Alí , y que estalló el 16 de diciembre cuando un joven se quemó a lo bonzo en protesta por una actuación policial, se agravó en las últimas horas. El Ejército tomó ayer a sangre y fuego la zona de Kasserin, con un resultado de nueve muertos, según fuentes locales, y hasta 20, según la oposición a la dictadura de Ben Alí.