Si la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo no lo remedia, el juez Garzón será juzgado por prevaricación, delito por el que puede ser condenado a entre 12 y 20 años de inhabilitación, lo que, en otras palabras, significaría acabar con su carrera judicial. El magistrado del Supremo Luciano Varela, enfrentado desde hace tiempo con Garzón, acusa al juez de la Audiencia Nacional de prevaricar por abrir un proceso penal para la exhumación de las fosas de las víctimas del franquismo y cargar los gastos al Estado, y también por investigar estos crímenes. Sería una cruel ironía que el juez que ordenó la detención de Pinochet y que ha instruido causas de crímenes contra la humanidad fuera expulsado de la judicatura En un auto que se parece más a una sentencia condenatoria, Varela asegura que Garzón mantiene una posición "jurídicamente inaceptable" por calificar las desapariciones del franquismo de "crímenes de lesa humanidad" para evitar su prescripción.

Es decir, convierte un debate jurídico y político en una condena contra Garzón. Para mayor escarnio, son dos formaciones ultraderechistas, una de ellas Falange, las que presentaron la querella.