WEwl primer banco italiano, Unicredito, quiere comprar el segundo de Alemania, el HVB. Por otro lado, la semana pasada se confirmó el dominio del Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) en la italiana BNL, cuarta entidad del país transalpino. Hace más de un año que el Santander Central Hispano (SCH) adquirió el británico Abbey. Hubo dudas, pero ahora se sabe que era el buen camino.

Si el sector financiero fue el que forzó la globalización, en búsqueda de una mayor eficiencia de las inversiones, es porque luego vendría la concentración de los bancos continentales. En la UE, que ha logrado convertir el euro en la segunda divisa mundial sin el menor problema, aún hay cierta resistencia nacionalista a esta concentración. El caso de Italia es el más flagrante, aunque el Unicredito no tendrá los mismos problemas en Alemania que el BBVA afronta para entrar en el mercado italiano.

Hay una singularidad en el proceso: dos bancos españoles son protagonistas activos. Eso no sorprende a quienes conocen nuestra eficiencia en este sector de los servicios, en contraste con lo que pasa en diversas ramas del tejido productivo español, donde mandan las multinacionales instaladas aquí. Pero lo uno no puede ir por lo otro.