Si había dudas sobre el ambiente tenso entre Cajastur y Caja Mediterráneo (CAM), las dos entidades de mayor peso en el Banco Base del que también forman parte Caja Cantabria y Caja Extremadura, esas dudas se han disipado: la unión de las cuatro entidades se encuentra inmersa en una grave crisis por las peores causas y en el peor momento, aunque ayer se concitaron para tratar de dar un mensaje conciliador y de confianza en la unión futura. ¿Las causas de esa crisis? La delicada situación financiera de Caja Mediterráneo, muy castigada por la crisis del ladrillo y con una morosidad de casi el 9%. Es precisamente la situación de la CAM la que hace que Banco Base no pueda cumplir los requisitos de solvencia impuestos por el Gobierno, por lo que se ve obligado a depender de aportaciones exteriores de fondos. En total necesita captar 1.447 millones de euros, que se suman a otros 1.493 que ya solicitó al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y que espera recibir cuando el SIP esté plenamente operativo. Las malas ratios de la CAM hacen que las otras tres cajas pidan ahora que el capital de Banco Base se vuelva a repartir, y la cuota de la caja alicantina pase del 40% al 27%, una rebaja difícil de digerir para la entidad de mayor tamaño de las cuatro, y que aporta 70.000 de los 130.000 millones de euros de activos que tienen en conjunto. En toda esta situación late una acusación velada: la de que la entidad que preside Modesto Crespo ha ocultado cuál es su verdadera situación financiera. Una acusación de la que la CAM se defiende recordando que en todo momento ha estado bajo la supervisión del Banco de España.

A esa debilidad del SIP, de naturaleza financiera, se añade otra política: la desunión existente entre, por un lado, Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, y por otro la CAM, sobre la diferente vía para allegar fondos. Mientras las tres entidades quieren aprovisionarse de los 1.447 millones de euros pidiéndolos al FROB, Mediterráneo quiere salir a Bolsa. Esta discrepancia, además, podría tener en el futuro una traducción en términos de cuota de poder: si se pide dinero al FROB, la representación de ese dinero --público-- en el Consejo se detraería de la actual cuota que tiene la CAM, reforzando, de paso, la posición dominante de Cajastur.

La crisis ha estallado en el peor momento: a falta de menos de una semana para que las cuatro entidades integren sus pasivos y sus activos y creen definitivamente Banco Base. Y cuando ya se han tomado decisiones importantes en el orden laboral y de reordenación de oficinas en virtud de que ´la fusión fría´ aprobada habría de desembocar en la constitución del banco. Por todo ello, y porque a la vista está que en el seno de este grupo de cajas hay desavenencias tan fuertes que auguran un futuro problemático, no es extraños que se hayan disparado las voces críticas. Caja Extremadura está, sin comerlo ni beberlo, en una situación inesperada y de resultados inciertos.