El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama , puso fin ayer a la discriminación que han sufrido los homosexuales en el ejército de su país, 13.000 de los cuales fueron expulsados en los últimos 17 años por no ocultar su condición sexual, que era lo que se le exigía. El fin de este trato injusto entró en vigor ayer, tras la firma de la nueva ley por el presidente.