Conforme se van conociendo más detalles de la operación que acabó con Bin Laden más dudas surgen sobre las decisiones adoptadas por Barack Obama . El presidente de los Estados Unidos, sobre el que recae la máxima responsabilidad de lo ocurrido, no parece que se atuviera a un código que debería ser innegociable, y más en un dirigente político: el del valor supremo de cualquier vida humana.