TEtRAN POCOS Y PARIO... La cuarta ciudad aspirante a Capital Europea de la Cultura ya ha puesto sobre la mesa su candidatura. Tarragona ha querido evitar el anunciado duelo al sur, metiendo el norte en la pelea aportando bella estampa, magníficas comunicaciones, lengua propia y virtudes suficientes para avalar una buena opción. El argumentario moratinero, que descalificó de un plumazo a Cáceres y Málaga, busca pistas en el camino francés para caer sobre los tarraconenses. No le será fácil.

EL ARBOL DE LISBOA. Cuando veíamos con admiración por la tele ese árbol de navidad de cien metros que ilumina medio Portugal, lo imaginábamos en San Mateo, el punto más alto del barrio antiguo, marcando la situación de esta pequeña ciudad europea aspirante a capital cultural del viejo continente. Ilusos nosotros. La portavoz socialista no debe cansarse de pedir pluralidad en la comisión de la capitalidad ya que lograr algo tan importante para Cáceres es cosa de todos, estemos dentro o fuera del ayuntamiento y son, buenas ideas y originales planteamientos, los que pueden dar opciones a Cáceres ya que en población, comunicaciones, situación, capacidad, etcétera, es superada por las ciudades aspirantes. Parir ideas luminosas como la de Lisboa, impulsarían las opciones de Cáceres hasta en la Junta, por su apuesta fuerte ante la imaginación y la creatividad. El refrán dice, la vela que va delante es la que alumbra, pero tampoco nos vale porque el ayuntamiento se queda sin Vela.

TAMPOCO HABRA BELEN. Paradójico: el concejal de festejos quita el belén viviente de la plaza justo cuando por la puerta de la casa de todos entrará contenta y lozana, Belén, para a ocupar el sillón que tuvo en la anterior legislatura. No va a ser lo mismo; fue relegada en la lista en beneficio de otros compañeros y llegará diciendo, ¡ea, aquí estoy yo! Algunos que se han estado entrenando para el turrón, con un hueso duro de roer, al que no pudieron hincar el diente, intentarán ahora montar un belén y que salte la lista en beneficio del hermano del jefe. El núcleo duro prefiere al tercero en discordia, para que el alcalde se recupere más tranquilo.

*Periodista