Cristo pudo elegir un camino salvífico en el cual la Iglesia y los sacerdotes fueran superfluos. Pero sus palabras y sus actos fueron otros. No inspiró a individualistas religiosos, sino que formó a un círculo de discípulos. En secreto y en silencio los fue preparando y formando. Primero predicaba al pueblo en general y luego en sus viajes les explicaba a sus elegidos los misterios del Reino de Dios.
La autoridad doctrinal, que Jesús les transmitió a ellos y a sus sucesores se formulan así de clara: "El que a vosotros oye a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me desecha a mí desecha al que me envió".
Creemos en la Palabra eterna de Jesús, la celebramos y en su Amor queremos movernos y existir - por eso Bienvenido don Francisco, Episcopos, sucesor de los apóstoles, que acaba de recibir la totalidad del sacerdocio de Cristo.
Desde ahora epilomai , es decir, cuidarás amorosamente la Iglesia de Dios peregrina en nuestra diócesis.
La presencia viva del Espíritu Santo, dará vida y entusiasmo a su interior y encenderá el fuego que lleve el calor y la luz a nuestros corazones, llenos de sueños futuros por un mundo mejor.
Eres hermano de Cristo, con un encargo de amor para pastorear su rebaño.
Su Espíritu te guardará y te precederá allí donde te hagas presente.
Queremos presentarte nuestros sueños, deseos entrañables, anhelos y las esperanzas del espíritu.
Cuando le saludé desde Medjugorge (Bosnia-Herzegovina) sus palabras me sonaban como una canción que nos animaba diciendo: Casa de Dios en Cáceres, ¡vamos, caminemos a la Luz del Señor... es hora de espabilarse! Me parecía ver a la esperanza abriendo caminos.
Creemos que don Francisco será un elemento formidable de comunión y paz, que hará triunfar la vida del espíritu y del amor, por los caminos de la oración.
Desde que te hiciste sacerdote, sabes muy bien, que ya no te perteneces a ti mismo y así lo has demostrado.
Sacerdotes, comunidades religiosas, laicos, grupos apostólicos y de oración, en una palabra todo el pueblo de Dios te esperamos y te deseamos lo mejor. ¡Felicidades!
*Licenciado en Filosofía
