Las familias normales utilizamos el salón para los eventos más importantes: fiestas de cumpleaños, recibir invitados, organizar una fiesta entre amigos. Si eres más pudiente y dispones de casa adosada, por ejemplo, lo puedes organizar en la cochera, así el resto de la casa no se descoloca. Otros, si tienen un chalé en el campo, lo celebran en el porche, con la piscina como fondo, con barbacoa y canapés. Pero una familia como la Franco , tiene que celebrar una boda de campanillas para demostrar que aún conserva mucho poderío. Esta familia elige, para los eventos familiares más representativos, el Pazo de Meirás. Allí se viene reuniendo el clan familiar para celebrar bodas, bautizos y presentaciones oficiales como la de Luis Alfonso .

La última demostración de su añejo poderío ha sido el enlace de Leticia Jiménez-Arnau , bisnieta de Franco con un rico salvadoreño, hace unos días. Así demuestran que son los dueños legítimos de dicho Pazo, a pesar de las protestas de los gallegos que creen poder demostrar que fue una imposición a la fuerza, con expropiación de tierras y aportaciones dinerarias, no una donación voluntaria del pueblo gallego a Franco.

Con la música, los trajes elegantes, las costosas joyas que parece que lucían todos los invitados, no tuvieron tiempo de ver ni escuchar la pantomima de la otra boda que tuvo lugar en las inmediaciones del Pazo, organizada por la Comisión de Recuperación de la Memoria Histórica de La Coruña, con un grupo de actores caracterizados de personajes de la familia Franco, incluido el Generalísimo que acompañaba a su bisnieta al altar y se marcaba un baile con ella.

Los españoles y nuestros gobernantes han sido muy respetuosos, quizá demasiado porque, según se dice, los han exonerado del pago de impuestos, algo injusto ya que, según la Constitución, todos somos iguales ante la Ley y usted y yo, pagamos nuestros impuestos. Si queremos que nuestra nación prospere, si queremos importantes inversiones en obras sociales, todos debemos contribuir en la medida de nuestras posibilidades, de nuestros ingresos. ¿Por qué la familia Franco no?