La matanza de Madrid y el cambio de Gobierno han tenido reflejo en los mercados bursátiles. Como el atentado tenía alcance global, los administradores de los grandes fondos de ahorro internacionales replegaron sus inversiones. Ya ocurrió el 11-S. Entonces hubo caída de los valores más sensibles al pánico del momento: los relacionados con el transporte y los seguros. En esta ocasión, la desconfianza generada por la actuación de Al Qaeda en Europa provocó descensos en todas las bolsas mundiales salvo la española, a causa de la desinformación existente en nuestro país.

Pero el lunes la bolsa española ya acusó el factor Al Qaeda y le sumó, encima, el efecto negativo del triunfo del PSOE. En total, 4,15% a la baja. Esto último es otro comportamiento habitual cuando cualquier partido en el poder pierde unas elecciones. La victoria de José María Aznar en 1996, desplazando a Felipe González, provocó una reacción bajista aún mayor. En general, si luego las expectativas económicas no se enturbian por decisiones amenazadoras, el mercado regresa a su situación normal. Ayer mismo empezó una recuperación. El moderado programa socialista, carente de radicalidad, posiblemente ayudará a esa tendencia.