WEwl Gobierno pasó ayer a la reserva a los dos generales que firmaron las identificaciones falsas de las víctimas del Yak-42. A la negligencia de obligar a viajar a los militares en aviones sin condiciones, se añadió, a partir del accidente, una sucesión de faltas de respeto a los fallecidos y una serie de maniobras para tapar lo sucedido. Sin el cambio político, posiblemente nunca habría trascendido la verdad. Esta remodelación de altos mandos del Ejército es la más seria y llamativa de cuantas se han producido en España en periodo democrático. Sin embargo, nadie ha asumido aún responsabilidades políticas, y las penales se podrán empezar a investigar sólo por la actitud del nuevo fiscal general del Estado.

Bono merece reconocimiento. Empezó su gestión en Defensa con una toma de posesión demasiado llamativa que molestó a muchas sensibilidades. Pero luego ha resuelto con eficacia dos temas muy delicados que le han correspondido: el repliegue de las tropas de Irak y aclarar la tragedia de Turquía. El ministro, aún ateniéndose a su propia personalidad, ha sido responsable y cuidadoso. En un país en el que ha abundado el patriotismo de salón, Bono está prestando un buen servicio a Defensa y al Ejército.