A veces, da la sensación de que, en nuestra región, se practica una política de brazos caídos ante los principales problemas que acucian a los extremeños. Y lo peor de todo es que, cuando uno se para a pensarlo detenidamente, se percata de que esa sensación no se basa en otra cosa que en la constatación de una actitud indolente, por parte de la clase dirigente extremeña, ante un panorama que raya en lo desolador.

Porque, ante cualquier contingencia, o ante la publicación de datos aterradores que sitúan el foco sobre distintas dimensiones económicas o sociales, quienes ostentan el poder en la región, dan la callada por respuesta, utilizan excusas pueriles, o escurren el «bulto», endosándole su responsabilidad, en tan desastrosas realidades, a otros organismos, partidos o instituciones. Nunca asumen sus errores, ni reconocen que la calamitosa situación de Extremadura es consecuencia de una política basada en la perpetuación de un modelo que se ha demostrado fracasado e inútil para la supervivencia y el bienestar de los ciudadanos.

Si prestan atención al desarrollo de los hechos, descubrirán que el esquema se repite ocurra lo que ocurra. Nada se cambia, nada se reforma y nada se soluciona. Se dejan pudrir los asuntos. Y, cuando se acercan las elecciones, se reparten contratos temporales, ayudas y subvenciones, para que, la leve mejoría que proporcionan en la economía doméstica de los perceptores del estipendio, les empuje a votar por quienes se lo concedieron.

Ante asuntos achacables a la mala gestión del ejecutivo central, a lo más que llegan nuestros dirigentes es a publicar un tuit quejumbroso, o a hacer alguna declaración altisonante de la que, por supuesto, se retractan inmediatamente. Y, cuando se trata de temas de estricta competencia autonómica, ya no se sabe qué es peor, si que den la habitual callada por respuesta, o que ofrezcan explicaciones tan surrealistas e hirientes como que el aumento del abandono escolar temprano se debe a la reactivación de un mercado de trabajo en el que más del 50% de los jóvenes extremeños se encuentran en situación de desempleo. *Diplomado en Magisterio