Todas y todos somos conscientes de que vivimos en un mundo cambiante y complejo, un mundo global en el que no depende solo de que uno se levante por la mañana, abra la puerta del comercio o se siente en una oficina a primera hora para que todo vaya como espera, el aleteo de una mariposa en Londres, por ejemplo, determinará inexorablemente el destino y la vida de todos, de las empresas, de las y los jóvenes…

La inestabilidad de Europa provocada por el involucionismo y el populismo que se muestra en el actual debate del Brexit y los intentos de arrebatar la democracia parlamentaria, la actitud irresponsable de Bolsonaro ante los graves incendios del Amazonas llegando incluso a afirmar que «Es falso decir que es patrimonio de la humanidad y un pulmón del planeta», un presidente de los Estados Unidos que niega el cambio climático teniendo ante sus propios ojos las consecuencias del desastre que produjo el huracán Irma y que amenazó con enviar a 15.000 soldados para frenar en la frontera a la caravana de migrantes, se despachó en la Asamblea de Naciones Unidas con una de las mayores manifestaciones más aislacionistas y egoístas: «El futuro no pertenece a los globalistas, sino a los patriotas». Todo lo que sucede son amenazas, sí, somos conscientes, pero debemos serlo también de sus oportunidades, porque sí, también hay gente dispuesta a hacerle frente a estas actitudes reproblables que nos condenan. La valentía, la generosidad, la valía, la dignidad, la solidaridad se hacen en estos tiempos más necesarias que nunca y permitidme que diga que esta semana han cobrado nombre de mujer: Brenda Hale fue la encargada de leer el fallo del tribunal en el que los once jueces declararon ilegal el cierre del Parlamento por orden del primer ministro Boris Johnson; Nancy Pelosi anunció la apertura de un juicio político contra Donald Trump, activando la investigación para un proceso de impeachment; Greta Thunberg ha sido capaz de mover al mundo para frenar el cambio climático y exigir a los líderes mundiales medidas para hacerlo posible.

A veces, caemos en el error de solo destacar lo indeseable o a los indeseables, yo esta semana únicamente pretendo elogiar, señalar, y recordar a quienes han peleado contra eso, tres grandes mujeres, tres protagonistas. La historia desgraciadamente silenció y borró el nombre de muchas de ellas, ahora por todas ellas, corresponde no hacerlo.

Sé que el futuro tendrá, también, nombre de mujer porque lo tienen quienes están luchando por él.

* Filóloga y diputada del PSOE