El Ministerio de Administraciones Públicas (MAP) ofreció ayer datos que relacionan los presupuestos de cada autonomía con sus habitantes, y elaboró una clasificación sobre cuánto invierte cada región en cada uno de sus ciudadanos. El resultado indica que Extremadura resiste cualquier comparación ventajosamente: nuestra región se encuentra, con un presupuesto de 3.500 euros por habitante, en tercera posición de esa tabla, tras Navarra (esa comunidad parte con ventaja por su régimen foral) y Castilla-La Mancha. Los datos del MAP dejan en un buen lugar la capacidad de la Junta para negociar con el Estado lo que necesita esta tierra, como lo demuestra el que el presupuesto por cada extremeño supere en 900 euros, por ejemplo, al de la Generalitat con los catalanes, o en más de 1.000 al de Madrid con los madrileños. Pero, descendiendo en los datos, también sale airosa la Junta en la comparación entre comunidades del capítulo más significativo sobre el esfuerzo de una autonomía por mejorar, que es el de inversiones. También Extremadura es tercera entre las comunidades por su capacidad de inversión por habitante. Estamos casi en tiempos de olimpiadas, donde se valoran las medallas. Aquí hay dos de bronce para la región: en presupuesto y en inversiones.