En estas épocas tan convulsas en las que el poder está por encima de la propia ética y el servicio a los demás; en este mundo en el que el estar mucho tiempo a la cabeza de cualquier institución u organismo resulta más que un logro, una tozuda obligación. En este país en el que un sillón de un cargo resulta una absorbente ventosa que atrapa a quien lo ocupa independientemente de si sentado en él se aporta ya, más o menos, resulta un hecho destacable y paradójico que en alguna institución la sucesión de cargos se produzca sin sobresaltos, sin tensiones y sin rabietas.

Carmelo y Joaquín, Joaquín y Carmelo, ambos, como aspirantes al cargo de decano del Ilustre Colegio de Abogados de Cáceres, junto con todos los demás compañeros que aspiraban a ocupar puestos de representación en la Junta de Gobierno del Colegio nos han dado una lección a todos los abogados de la provincia de Cáceres y, a mi humilde entender, a toda la sociedad, de cómo comportarse ante una sucesión pacífica de poder

Joaquín Hergueta ha sido un excelente, capaz y muy útil decano. En su momento, Joaquín sucedió a otro gran decano y este al anterior. Lo mejor de todo es que en una sucesión de gobierno sin exclusiones, podrá seguir aportando sus ideas, sus iniciativas y su proyecto desde el seno de un colectivo que quiere lo mejor para todos y lo mejor, por tanto, para el ciudadano a quien sirve y dejando un digno sucesor que fue parte de su proyecto y que es y seguirá siendo su compañero y amigo.

Quiero desde estas líneas agradecer a Joaquín su papel como decano y animarle a que siga pensando y trabajando, como si siguiese en el puesto, en mejorar la labor de la abogacía. Y quiero también, animar a Carmelo a que trabaje y piense, desde el puesto que ocupa en el colectivo de Abogados de la Provincia de Cáceres aceptando el papel que le toca jugar de representante de todos los letrados cacereños, desarrollando su proyecto con ilusión y permaneciendo abierto a las nuevas ideas y a las mejores intenciones, absorbiéndolas y aplicándolas en beneficio de todos.

Un buen ejemplo, ¡sí señor!

Alberto García Ramos **

Vicepresidente en funciones de la

Asociación de Jóvenes Abogados de Cáceres