La evolución del mercado de trabajo en mayo que sugieren las cifras dadas a conocer ayer por el Ministerio de Trabajo cabe calificarla de muy positiva en España. La reducción del paro (cerca de 25.000 personas) y el aumento de la afiliación a la Seguridad Social (casi 70.000 afiliados), tras nueve meses de caída, suponen un alivio. Y no tanto porque rompan tendencias negativas anteriores como porque sugieren que una parte muy importante del imprescindible ajuste del mercado de trabajo español, y extremeño, ya se ha producido. Se ha indicado que para que el empleo de la construcción retornara a un peso sobre el total acorde con lo que el país necesita (en el entorno del 8% o el 9%), los excedentes laborales del sector al final de la etapa expansiva se situaban cerca del millón de empleos. Desde el pasado verano, el ajuste en las plantillas de la construcción ha sido extremadamente intenso y, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), desde el tercer trimestre del 2007 hasta marzo del 2009 el sector ya había perdido casi 800.000 empleos. Además, ese ajuste se ha extendido a otros sectores, de forma que la destrucción de empleo del primer trimestre del año ha superado los 760.000 puestos de trabajo.

Así pues, parece que nos encontramos al final del proceso de gran destrucción de empleo. En el ámbito de la construcción, la intensidad del ajuste así lo sugiere, aunque todavía continuará de forma más suave en el futuro inmediato. En la industria, la recuperación de la confianza empresarial en Europa, Estados Unidos y Asia indica que los recortes de producción que se efectuaron entre octubre y marzo fueron excesivos y que, por tanto, deberíamos asistir a una lenta mejora. Finalmente, en los servicios la destrucción de empleo también parece que se contendrá, tanto porque los hogares han mejorado su renta disponible (por la caída de los tipos de interés y de la inflación, y por medidas fiscales directas) como por la propia recuperación de la demanda de servicios empresariales que el naciente proceso de estabilización estimulará.

En el caso de Extremadura, como ocurriera en abril, el sector servicios sigue siendo tan responsable de la caída del paro como la construcción, lo que ratifica que no todo el frenazo en la destrucción de empleo es achacable al denominado Plan E del Gobierno central.

No estamos aún ante la deseada fase de creación de empleo, y un aumento de la ocupación no parece posible antes del 2010, pero todo sugiere que lo peor para el mercado de trabajo queda atrás. En esta inversión de tendencia, debida en parte a razones estacionales, alguna influencia tienen las medidas del Gobierno, aunque el PP, al que el dato del paro en mayo le quiebra la estrategia ante el 7-J, se empeñe en negarlo.