TLta cara es el espejo del alma? Me hago esa pregunta y sé qué contestarme. La afirmación no sé a quién se le ocurrió en su día, pero yo no la daría por cierta. ¿Tienen todos los feos o feas el alma deforme; y todos los guapos o guapas el alma bella? Pues no, y más desde que existe el photoshop --ese programa informático tan sofisticado que sirve para aderezar fotografías-- y puede haber mucha trampa. Y si no fuese así, en las tiendas de venta de periódicos y revistas se encontrarían ustedes en el paraíso, donde todas las almas son buenas-bellas.

Entran a comprar el Periódico, hay cola, pero esperan con serenidad, porque multitud de rostros femeninos --y masculinos-- atractivos y bellos les miran seductores desde el papel cuché de las portadas de las revistas. Qué piel más suave, qué ojos más encendidos y transparentes, qué labios más vivos y perfilados, qué cabellos más sedosos. Podrían ser ángeles del cielo, pero al ver entre esos rostros algunas caras de famosas y famosos que no son precisamente un ejemplo de magnanimidad a seguir, se dan cuenta de que no están en el paraíso, es un pufo. Lo que yo dije. Si es que el photoshop es el mejor cirujano plástico del mundo, quita arrugas, agranda ojos, encoge narices o engorda labios; y sin bisturí.

Pero para caras pasadas por los filtros de photoshop las de los políticos que cuelgan de las pancartas publicitarias en las farolas de las avenidas y parques de las ciudades durante la campaña electoral. Imposible imaginar esos rostros plasmados como forajidos en un cartel con el se busca de reseña en la película El bueno, el feo y el malo , con ese toque apacible, benévolo y conciliador que tienen. Y lo lógico es que, aunque todos parecen buenos, alguno habrá malo; y aunque todos parecen guapos --gracias a photoshop --, habrá alguno feo. Pero a ver quien, si luego, cuando los oyes hablar en los medios de comunicación, todos te ofrecen el paraíso.

Está claro, desde que existe photoshop la cara no es el espejo del alma porque puede haber truco. Y los electores cada vez lo tenemos más difícil.