Desde que George Bush llegó a la Casa Blanca, la tierra bulle como el puchero donde hierven los garbanzos de un cocido puesto a fuego lento. Por cierto, ¿habrá probado el señor Bush nuestro cocido? Me da la a impresión de que no, tal como están las cosas es capaz de confundir un puchero de garbanzos pedrosillanos cociendo con una vasija nuclear en miniatura. Y es que desde que el norcoreano Kim-Jong Il anda manoseando la energía atómica, Mr Bush no duerme porque tiene pesadillas nucleares, y en vez de contar ovejitas cuenta hongos atómicos. Claro que sus razones expone el oriental cuando el norteamericano le increpa y le dice: "Oye, Kim-Jong Il, los experimentos con gaseosa; y más los nucleares". Y el del flequillo levitante contesta: "Clalo, y cuando me descuide me la clavas como hiciste con los ilaquíes. No, no, tú tenel bomba mala, yo también, que así me lespetas".

XLUEGO ESTANx los iraníes, que de momento sólo utilizan para sus enredos el mortero de madera, aunque no machacan ajo para hacer salsa ali-oli, sino uranio, ahora sólo para enriquecerlo --según dicen ellos--, pero a ver qué pasa cuando descubran la Minipimer que para desgracia de la humanidad utilizaron los antecesores de Mr Bush. Así que por meter la nariz en medio mundo, está Mr Bush con ojo y cuarto puesto en Corea del Norte y tres cuartos de ojo divididos entre Oriente Medio y Sudamérica. Después de haber invadido Irak en tres días y sin permiso de nadie legitimado, los dirigentes de los países enemistados con EEUU --que, qué casualidad, suelen ser países pobres--, están dispuestos a dejar morir a su pueblo de hambre con tal de conseguir que esa arma nuclear de destrucción masiva que inventaron los norteamericanos llegue a sus manos. Se le conjuran los necios a Mr Bush, y él, lejos de combatirlos con ráfagas de pan y queso, los atiborra de petardos amargosos.

Algunos dicen que Mr Bush es malo malísimo; sin duda --sólo hay que comparar la estabilidad mundial durante el mandato de Bill Clinton , con la agitación repartida por la tierra a día de hoy--; pero por otro lado yo pienso que quizá este hombre con pinta de sencillo vaquero texano desgarbado tiene mala suerte, es gafe vamos. De hecho entró dando codazos en la Casa Blanca y no es de extrañar que alguna hechicera demócrata le echara un mal de ojo; o cabe la posibilidad de que el venezolano Chávez le tenga atrapado en la magia del vudú tras hacerle una caricatura de trapo. El caso es que Mr Bush me recuerda a Peter Sellers en la película El Guateque , una divertida comedia que trata de un tipo estrambótico que por equivocación es invitado a una fiesta y lo pone todo patas arriba. Lo malo es que Mr Bush, el hombre más poderoso del mundo, está siendo el protagonista de un reality show en el que participamos todos los mortales de extras, y de su suerte depende la nuestra.

*Pintor