TEtmpiezo a pensar que el mayor obstáculo que debe salvar Cáceres para ser elegida Capital Cultural Europea 2016 somos los propios cacereños. Cuando hablo de este tema con mis conciudadanos, en muchos casos estos se dejan llevar por la desesperanza propia de los que tienen poca confianza en sacar una empresa adelante.

A los cacereños nos sobran complejos. Muchos se inclinan por Córdoba. Oyen hablar de Córdoba y les entra el telele.

Sin duda Córdoba es una ciudad que tiene su atractivo, pero, ¿qué diferencia a Córdoba de Cáceres, aparte de tener mayor número de habitantes? ¿Ofrece más actividades culturales? ¿Es su mezquita más conocida que nuestra ciudad medieval?

No olvidemos que la capitalidad la elegirá un comité europeo y no los españoles realizando llamadas con sus móviles. Tampoco olvidemos que hay otras dieciséis ciudades candidatas que estarán esforzándose lo suyo por conseguir la ansiada capitalidad. La última candidata, Santander, apadrinada por uno de los hombres más influyentes de España, Emilio Botín .

Pero nosotros inyectémonos dosis de optimismo, seamos más participativos, y dejémonos de complejos, todas las ciudades tienen sus encantos y sus deficiencias. La pasividad y el desánimo son nuestros mayores enemigos. Y a la hora de opinar, desprendámonos de tendenciosidades políticas, porque en este proyecto están participando todos los partidos: el PP presentó la candidatura y puso en marcha el proyecto --qué bien aquello de los círculos de colores y el logotipo--, ahora PSOE, IU y Foro Ciudadano lo continúan, y no sabemos quién gobernará en el ayuntamiento cuando en 2012, Cáceres sea elegida Capital Europea de la Cultural 2016. Y si no es así, por lo menos que no se diga que no lo hemos intentado.