En los últimos días hemos vivido una sucesión de declaraciones relacionadas con el transporte de mercancías por ferrocarril. El 30 de septiembre se publica un primer artículo de Fernando Cortés, Cronista Oficial de Badajoz, en el que establecía un paralelismo entre la situación actual y la vivida en 1864, fecha en la que el proyecto de línea ferroviaria Badajoz-Ciudad Real parecía que no se iba a terminar nunca y asumía las palabras escritas en la Crónica de Badajoz por un autor anónimo de que «los culpables somos nosotros mismos que no excitamos nuestros Ayuntamientos a que eleven sus quejas a las autoridades competentes». Y concluye: «En épocas tan propicias como la presente en que los aspirantes a ser diputados nos exigen nuestros sufragios, no les exigimos nosotros a la vez que contraigan el solemne compromiso de gestionar el exacto cumplimiento de los contratos». Tuvo que dar resultado la movilización de la provincia vecina porque dos años mas tarde la reina Isabel II puso en servicio toda la línea Madrid-Badajoz por Ciudad Real. Hay que resaltar que en este proyecto tuvo una intervención crucial, una década antes, Francisco Luján, natural de Castuera y diputado por Badajoz, que fuera ministro de Fomento y que propició el cambio de trazado de la línea ferroviaria del valle del Tajo al valle del Guadiana, dejando a la provincia de Cáceres sin comunicación ferroviaria.

Estoy totalmente de acuerdo con Fernando Cortés que la historia se repite, pero no solamente en el sentido de los retrasos en las obras, sino también en la insistencia por parte de algunos núcleos de personas de la provincia de Badajoz en llevar las mercancías por Ciudad Real. Solamente unos días mas tarde, el pasado 1 de octubre, se publica la noticia de que «Adif planea un AVE solo para viajeros y las mercancías por Ciudad Real». A esta noticia, que debería haber provocado la «excitación de todos los Ayuntamientos del Norte de Extremadura, organizaciones Empresariales y Cámara de Comercio», solamente ha salido a quejarse la Mesa de Talavera de la Reina, que manifiesta que esa decisión «significaría la condena definitiva de toda la Red Logística Ferroviaria de Talavera» y por ende de Navalmoral, Plasencia y Cáceres.

Es cierto que el mismo diario que dio la primera noticia publicó otro artículo el día 4 de octubre en el que se afirmaba «Adif también contempla trenes de mercancías por el AVE Madrid-Badajoz».

En otro artículo publicado ese mismo día 4 en este periódico, Antonio García Salas describe detalladamente como, desde 1982, trabaja enconadamente un lobby empresarial y político para defender a ultranza el Corredor Mediterráneo como eje de comunicación de mercancías entre Algeciras y Europa y termina animando a todas las fuerzas «vivas» extremeñas a que apoyen el Corredor del Sudoeste Ibérico.

Hace también unos días tuve la suerte de asistir a un curso de verano de la Universidad de Extremadura que bajo el título de: ‘Extremadura Futuro Inminente: Infraestructuras, logística y competitividad empresarial’, reunió a personas tan importantes en estas materias como el gerente del Área extremeña de ADIF, el director de Emprendimientos e Infraestructuras de Portugal, el Administrador de la Autoridad Portuaria de Sines-Algarve y el subdirector general de Desarrollo Comercial de la Autoridad Portuaria de Algeciras; y a exportadores extremeños tan importantes como el director comercial y de logística del Grupo Conesa o el director ejecutivo de Medway. Todos manifestaron que Extremadura debe apostar fuertemente por potenciar lo que denominaron como «Sistema Logístico del Atlántico» como contraposición al Eje Mediterráneo. El subdirector del puerto de Algeciras, mayor puerto español de mercancías y cuarto europeo, afirmó que para el rápido movimiento de los mas de cinco millones de TEUS (contenedores de 20 Tm.) que anualmente pasan por el puerto necesitan una red ágil y muy bien estructurada de transporte y de centros logísticos que vehiculen esas mercancías hacia y desde el centro de Europa con el resto del mundo, «el área geográficamente mejor dispuesta para ello es el arco Atlántico». No se trata por tanto de obcecarnos en que la mejor salida de los productos extremeños es hacia Puertollano y el Mediterráneo, el mismo responsable de la mayor empresa exportadora de tomates (Conesa), manifestó que sus salidas naturales son los puertos de Algeciras o Sines y que sus clientes están en Europa y el resto del mundo y no en Valencia, que ya tienen su propia industria hortofrutícola.

Coordinemos nuestros esfuerzos como Corredor del Sudoeste Ibérico con Andalucía, Portugal, Castilla y León, la Cornisa Cantábrica y el País Vasco para crear un potente y coordinado ‘Sistema Logístico del Atlántico’ que ponga a esta olvidada y aislada Extremadura en el centro de las comunicaciones internacionales y «excitemos a nuestras autoridades» para que sepan defender objetivos ambiciosos y dejen los intereses locales a un lado.