La recién creada comisión de seguimiento para la capitalidad cultural europea de Cáceres se reunió ayer por segunda vez para, entre otros asuntos, convocar un concurso internacional con el fin de crear la imagen corporativa del proyecto. La apuesta cacereña para el 2016 ya cuenta con 239 apoyos registrados desde muy diversos ámbitos, además de una sede desde donde planificar sus proyectos, así como un dominio de internet.

Aunque a simple vista estos trabajos pudieran interpretarse como un importante avance para la promoción de la candidatura cacereña, es obligado pensar que no resulta todo lo suficiente que se desearía si se tienen en cuenta los pasos ya dados por Córdoba, principal rival de Cáceres en esta carrera de fondo. La ciudad andaluza ya cuenta con un consorcio que le permitirá aunar todos los esfuerzos políticos, económicos y sociales que necesita un proyecto de tal envergadura. Las aspiraciones cacereñas a la capitalidad no pueden quedarse sólo en los trabajos de una comisión que nunca podrá ir más allá de los buenos propósitos. La existencia de un órgano de rango superior, que aglutine a lo público y lo privado, será el ejemplo más claro del compromiso al que se está dispuesto a llegar.