La aspiración cacereña a convertirse en capital europea de la cultura en el 2016 empieza a coger forma tras el compromiso adquirido por las autoridades locales y autonómicas para allanar un camino que se presenta difícil, teniendo en cuenta que otra ciudad, Córdoba, persigue los mismos objetivos. Los extremeños en general y los cacereños, en particular, comienzan ya a creerse sus posibilidades para conseguir esta meta, lo que supondrá para la ciudad la dotación de nuevas infraestructuras y un impulso a su oferta cultural.

La opción cacereña deja de ser una mera demostración de buenas intenciones y ya recibe gestos de apoyo, como el expresado por la propia ministra Pilar del Castillo en la misma capital cordobesa o el respaldo del presidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra, "principal valedor de la candidatura", según señaló ayer el alcalde de Cáceres, José María Saponi. A estos compromisos se suma el únanime aliento de los grupos políticos cacereños y se ha contado con la iniciativa de la socialista Carmen Heras para que la Asamblea de Extremadura respalde la candidatura. La carrera hacia el 2016 es una apuesta de interés general y así lo han entendido quienes ya se han puesto manos a la obra para hacer posible el sueño de la capitalidad.