Con la pasada Semana Santa y lo que continúa, Cáceres ha entrado en una vorágine de acontecimientos de silencios, misterios y bullicios que no habrá quien se pueda aburrir. El silencio de la Semana Santa se va haciendo cada año más tradicional. Se han acabado aquellas Semanas Santas de barullo y griterío mientras desfilaban los pasos procesionales. Hoy no sé si se ven con más fervor religioso, pero sí, con más respeto y silencio. Si ese silencio lo trasladamos a la noche del Miércoles Santo, lo convertimos en un silencio de misterio, es el misterio del Cristo Negro que desfila por nuestra ciudad monumental entre miles de personas en el más completo de los silencios, que solo se rompe con el sonido roto de un tambor y el acompañamiento de una campanilla en un compás monótono, pero impresionante.

El bullicio dará comienzo la noche del 22, vísperas de nuestro patrón San Jorge, con el paseo por la ciudad, la lucha de moros y cristianos y, posterior quema del dragón celebrando la conquista de la ciudad por el rey Alfonso IX en el año 1229. Por cierto, aunque llegue tarde, yo pido el indulto del dragón de este año que acabo de ver expuesto en la plaza Mayor. Es un dragón para exhibir, nada tiene que ver con los tradicionales dragones de siempre a los que San Jorge vencía. Yo lo colocaría en un parque céntrico de la ciudad como representación moderna de nuestra fiesta patronal.

El día 23, tras la fiesta de San Jorge, tenemos la bajada y encuentro de nuestra patrona, la Virgen de la Montaña, y durante nueve días nuestras calles vuelven a llenarse de miles de cacereños que acudirán cada día a visitarla y, que sirve al mismo tiempo, para saludar a familiares y amigos que no se ven desde el año anterior.

Una vez despidamos a la Virgen darán comienzo los preparativos y celebración del Womad. Es la alegría y el disfrute de las músicas más variadas del mundo, que impregna nuestra ciudad de unas vivencias diferentes, pero llenas de paz y convivencia con otros pueblos y otras costumbres. Fiesta esta que ya es tradicional en nuestra ciudad y en España, conocida por todo el mundo.

No olvidemos las funciones de primavera en el Gran Teatro, que nos hacen disfrutar de un teatro muy variado y de conciertos musicales diferentes.

Tampoco debemos olvidar la labor que hacen algunos bares y cafeterías ofreciendo pequeños conciertos de buena música.

A pesar de nuestras cuitas por la falta de trabajo para nuestros jóvenes y, no tan jóvenes, podemos decir que Cáceres es una ciudad abierta y entretenida.