Cáceres dará en breve un importante paso en su propósito de impulsar el sector turístico en una ciudad que ha ha sabido atesorar un patrimonio que no siempre ha estado al alcance del ciudadano. El Plan de Excelencia Turística, en cuya comisión está representada la Administración central, autonómica y local, ya está dando sus frutos y, aunque aún le queda un largo camino por recorrer, la recuperación de los enclaves arquitectónicos más preciados de la ciudad ya empieza a materializarse.

La apertura al público de tres nuevas torres en el recinto amurallado, el trazado de una ruta por los principales templos religiosos de Cáceres, el acondicionamiento de las fachadas en el centro o la inminente inauguración de un centro de interpretación en Galarza componen algunos de los elementos del nuevo escaparate turístico, cuyo objetivo es alargar el tiempo de permanencia de los visitantes y promover la capital cacereña como un destino obligado en el turismo de interior. Cáceres ha visto las enormes posibilidades que tiene en el sector y para ello, además de conservar, es necesario ofrecer y vender aquello que se conserva. La apertura de la muralla es un gran paso, pero a esta iniciativa deben acompañarse otras.