Pues, sí, la calle Caleros se ha dignificado con el cambio de pavimentación que el el alcalde prometió y sin duda el nuevo aspecto es impactante. Por fin se ha entrado en el siglo XXI respetando el cinturón que abraza la Parte Antigua, tesoro de nuestra ciudad, nunca ponderado lo suficiente. Pero, siempre existe algún pero . El tráfico de paso sin duda ha descendido tras el criticado pero efectivo ensanche de Miralrío, pero en absoluto ha desaparecido, hablamos de quinientos a ochocientos automóviles diarios, machacando estas calles y además se ha hecho más peligroso. Los vecinos de Tenerías y Caleros asisten asombrados a un incesante paso de vehículos a una velocidad inaudita, quebrantando la prohibición al inicio de Tenerías de superar los 30 Km/h. Desde el ayuntamiento se prometió la restricción del tráfico para uso de residentes y servicios públicos, pero el lento transcurrir de los días esperando que esta medida se ejecute con la instalación de bolardos en Caleros y Tenerías, regala a sus vecinos un trasiego insoportable para una calle tan estrecha aunque discurre paralela a una vía de doble sentido verdaderamente fluída como es la ronda de Miralrío. Ya se sabe que como no se vigile la ley, el usuario la burlará siempre que pueda, aunque exista otra alternativa más cómoda y lógica, como es en este caso el paso por el cinturón aludido. Para más castigo, las nuevas tapas de los distintos saneamientos no han quedado bien selladas, por lo que los vehículos celebran su paso con un repicar metálico insufrible para deleite de los vecinos: mañana, tarde y noche, en sesión continua. Imagínense unos seiscientos vehículos plantando dos ruedas en cada tapa de saneamiento y comprendan el diario pesar que esto representa. Se ha presentado un escrito (va para dos meses ya) desde la Asociación de Vecinos Ciudad Monumental de Cáceres , pero los técnicos a día de hoy no han solucionado el problema que los sufridos pobladores de Caleros seguimos padeciendo. Parece increible que siendo temas de fácil solución se dilate tanto la misma, aun cuando los vecinos lo reclaman en justicia. Quede al menos la protesta, pues, encima si callas parece que todo está bien y seguimos viviendo con la lacra sumando miserias.

Juan J. Cortés **

Cáceres