TCtasi de inmediato de salir corriendo de Fernández, me entero que llega Camacho . No sé cuál de los dos es peor o más peligroso. Prefiero mil veces a don Javier Casado y sus a contrapelo .

Pero Camacho no es que te lo encuentres, es que te lo tira Butragueño a la cabeza, que el caso Butragueño tampoco es para no tratarlo.

¿Pero por qué, qué hemos hecho para merecer a José Antonio Camacho , que bajó al Sevilla a Segunda y se quedó tan ancho.

No es por imitar a don Javier Casado, pero el que viene a contrapelo es Camacho, aunque Casado se haya curado en salud cuando dice que "está por ver que el Periódico acepte el envite".

Pues aquí estoy ya para defenderlo contra todo y sobre todo, don Javier, porque además tiene usted razón, ya está bien de endiosar al presidente Rodríguez Ibarra, con lo bien que además haría su señoría de Niño Jesús de Praga. ¡Ra, ra, ra, don Javier Casado y nadie más! Aquí estoy yo para defenderle ante quien haga falta.

Pero es que esto no es lo tratado. Aquí el verdadero contrapelo es José Antonio Camacho. A Camacho no se lo salta un galgo, con lo bien que estaría en el Congreso de los Diputados gesticulando los discursos de Rajoy a los sordomudos.

Pues esto es lo que hay, y con lo esperanzado que estaba el señor Casado con el tren de alta velocidad.

¡Don Javier, ánimo y adelante!

*Escritor