A mis queridos compatriotas y foráneos, víctimas del 11-M en los trenes de la muerte de Madrid, allá donde os encontréis sabréis que habéis sido víctimas de la barbarie de personas como nosotros mismos, aunque con las ideas desgraciadamente confusas. Habéis pagado con vuestra vida un fuerte precio para entrar en los anales de la historia negra de España, sacrificio que os ha catapultado hacia la inmoralidad, pues ya siempre estaréis en nuestro corazón.

No deja de ser una paradoja que unos terroristas justifiquen el atentado como ´guerra santa´ y en nombre de Alá contra los infieles, y otros en nombre de la democracia se alíen para crear una "guerra preventiva e injusta" también contra el infiel. Qué ironía. Habría que cambiar este mundo lleno de hipocresía. Ya va siendo hora que la humanidad ponga en práctica nuevos conocimientos filosóficos, sin fanatismos actuales por medio, aquéllos donde verdaderamente impere la distribución equitativa de todos los recursos naturales, para que de esta forma no sigamos tropezando en la misma piedra de la intolerancia e injusticia. José L. Criado. Cáceres.