XFxoro Europa y la FSP han obtenido resultados dignos. En una elección en la que presuntamente no había listas, la lista perdedora, que no era la oficial por vez primer en muchos años a pesar del nombre de su mentor, ha sufrido un enorme y significativo varapalo. Ha obtenido dos representantes y medio. Uno, gracias a algunos votos de la ejecutiva local. Otro, gracias a su papel en UGT. De manera que el puesto no se lo deben a su protector sino a la generosidad de otros. La tercera pretende recoger velas tras los resultados. Los nombres de los no elegidos más vale no citarlos.

Lo peor, para los perdedores, es que no ha sido necesario tocar el cornetín e impartir órdenes, ni se han precisado comidas ni meriendas. Y es que el personal es muy listo. Desde hace tiempo se rumoreaba que Roma ya no estaba en Roma. Que el poder había cambiado de manos y las orejas se orientaban hacia el emisor de la única palabra que merece la pena escuchar. Porque desde allí no sólo proceden las órdenes, los signos y las sugerencias, sino que es también la fuente de la que emanan las prebendas.

Este resultado habrá cruzado toda la provincia y sus ecos comenzarán a condicionar el resto de las elecciones.

Pero lo que está en juego es muy serio. Ni más ni menos que gobernar el partido durante cinco años. Es decir, hacer listas municipales, autonómicas y nacionales, tener alguna presencia en la Junta y otras sinecuras. ¿Se van a quedar con las manos cruzadas los perdedores? No parece probable, de manera que habrá que estar atento. Si la derrota condujera a que hubiera cambio en la vicepresidencia regional ya estaríamos hablando de algo mucho más serio.

Es de suponer que estos resultados hayan sido muy bien recibidos incluso fuera de la provincia. No menos satisfacciones habrá dado a quienes por una razón u otra se han sentido marginados e incluso perjudicados durante esta larga etapa. Y no faltarán quienes, llenos de buena voluntad y optimismo, lo consideren necesario para iniciar un cambio en el rumbo del partido.

Sin embargo, queda un mal sabor de boca. Porque de una persona que ha dirigido el partido durante tanto tiempo, con luces y sombras, cabía esperar mayor perspicacia para saber interpretar las señales y no exponerse a una derrota sin paliativos. Aún le quedan oportunidades para rectificar.

Pero no todo acaba con las elecciones de ejecutivas. Es necesario saber si los nuevos próceres serán capaces de construir un proyecto autónomo dentro del proyecto regional.

*Profesor