XExn el momento presente, las cajas extremeñas están en una encrucijada de caminos que debe obligarlas a la adopción de decisiones, con el fin de posicionarse de la mejor forma posible, para hacer frente tanto a los retos del futuro como a la presión de los competidores.

La razón no es otra que la presión de la competencia. Así, Caja Duero saltó a los medios este verano, con la decisión de adquirir la red de oficinas de Banca Pueyo, siendo respaldada en su decisión estratégica por la Junta de Castilla--León.

De nuevo, la historia se repite. Hace una década, el escenario era similar sólo que referido a la Caja Rural de Cáceres, que se hallaba en quiebra técnica. Ante la pasividad de la Junta de Extremadura (le costó el puesto al vicepresidente Antonio Jiménez ), Caja Duero se hizo con la red de oficinas de la entidad rural en un suspiro. Tan sólo le bastó cambiar los rótulos luminosos para arrancar en la provincia de Cáceres. La maniobra resultó un éxito de estrategia por parte de Caja Duero, pues adquirió cien oficinas aproximadamente con fuerte arraigo y tradición entre la clientela. Desde entonces, Caja Duero es nuestro principal competidor, contando con 98 oficinas en Cáceres y 16 en Badajoz, que se incrementarían en 68 más, si finalmente comprase a la Banca. En total, dispondría en Extremadura de más de 180 oficinas, con lo que podría peligrar el liderazgo de Caja Extremadura.

Las preguntas que cabe hacer son: ¿Cuál será la réplica por parte de las cajas extremeñas? ¿Actuarán por libre o recibirán órdenes soterradas de las instituciones? Sin querer jugar a adivinos, es necesario que adopten alguna decisión con el fin de defender nuestro negocio en Extremadura, pues está claro que la competencia es feroz. Pero, ¿qué hacer?, he ahí la cuestión: compra de la Banca, fusión con Caja Badajoz, o seguir igual.

Según nuestras informaciones, Caja Extremadura hizo un estudio concretando los costes de la hipotética adquisición de Banca Pueyo, poniendo de relieve que no es bocado apetitoso, pues la amortización de la adquisición llevaría unos diez años aproximadamente, con problemas de índole laboral y de concurrencias en la red. E imaginamos que lo mismo cabe decir con respecto a Caja Badajoz.

Por ello, parece que el escenario más favorable para las cajas extremeñas es la fusión, tanto por afinidad institucional como por el aumento que supondría la unión de sus balances, que según datos de CECA alcanzaría los dos billones de pesetas.

En el año 2004, ambas cajas conjuntamente obtuvieron 54,8 millones de euros en beneficios y destinaron a OBS 18,5 millones de euros, lo que las sitúa entre las primeras de España en términos relativos, así como en términos de solidaridad social; sus reservan, alcanzaron 90.000 millones de pesetas.

Referido a la fusión, CSICA estima que no debe ser un impedimento las cuestiones de reparto de poder, como ha señalado recientemente nuestro presidente ejecutivo, señor Medina Ocaña , a propósito de la ubicación de la sede social de la caja regional. Se deben anteponer los intereses generales para superar la biprovincialidad .

Otros argumentos a favor de la fusión, son las mayores exigencias impuestas por las autoridades europeas competentes (nuevas normas contables --NIC--, el II acuerdo de Basilea, etcétera), que requieren a las cajas extremeñas una estrategia común para afrontarlas.

Y no podemos olvidar que uno de los referentes fundamentales de las cajas es la labor de la OBS, que se puede resentir si la competencia se instala abrumadoramente, como pretende, con la consiguiente reducción de los beneficios, aunque la Junta de Extremadura lo palia en parte mediante la instauración del llamado impuesto bancario.

Estamos asistiendo a una nueva guerra de las anteriores supercuentas bancarias a través de internet que es difícil seguir: ING, oferta el 6%; Open Bank, el 6% (depósito a 4 meses el 4%); y Uno-e, el 8%. Esta competencia se debe contrarrestar, por tanto, y qué mejor que creando una caja regional líder y fuerte.

En dicho sentido se atisban movimientos muy próximos y análogos tanto en Caja Extremadura como en Caja Badajoz: proceso de desvinculaciones similares en curso, homologación salarial y transformación del sistema de previsión social; implantación de salario variable; idéntico sistema informático, etcétera.

La tercera postura que analizamos, la de seguir como hasta ahora, sinceramente creemos que no es viable por mucho tiempo por todas las razones expuestas. A CSICA, como sindicato mayoritario de Caja Extremadura al contar con una representatividad del 42% y cerca de 500 afiliados, interesa de manera preeminente además de la continuidad de nuestras cajas, los derechos laborales de todos los trabajadores. En dicho sentido, CSICA estaría dispuesta a apoyar la fusión siempre que la caja resultante redunde en beneficio de todos los sectores productivos extremeños, dejando claro que los aspectos laborales se deberán pactar a plenitud, como ocurrió en 1990.

Con la fusión, la nueva caja resultante ganará tamaño en el ranking del sector, reforzándose notablemente ante la competencia (bancos y cajas). Igualmente, estimamos que podrá cumplir mejor con las nuevas exigencias contables; y sin discusión, podrá afrontar mejor los retos del futuro, con la consiguiente seguridad para los trabajadores y en beneficio de Extremadura.

*Secretario General y delegado

Sindical de CSICA - Caja Extremadura