Con la pérdida de casi 20.000 puestos de trabajo en Extremadura en el último trimestre y, especialmente, en el campo, han saltado algunas alarmas que ya no deberían ser alarmas porque se sabe y lo venimos denunciando desde hace mucho tiempo. ¡Es para desesperarse!

La igualdad de las regiones españolas es un timo, una mentira consentida y proclamada, mientras se beneficia a ciertas regiones y se maltrata a otras. ¿Cuándo, el Gobierno, los gobiernos, se han ocupado de que las Comunidades españolas estén dentro de una media razonable en su desarrollo? Parece que regiones como Extremadura están condenadas al subdesarrollo, al intento de supervivencia. Y nada más. No porque no tengan materias primas, ni posibilidades, sino porque han tenido y tienen poca capacidad de presión, porque no amenazamos con terrorismo ni con separatismo. Aunque nos duela, esto es una dejación histórica de los sucesivos gobiernos que se han dejado chantajear, y así siguen, por la presión de los que viven de lujo, frente a los que viven a nivel de supervivencia.

Este problema aparece de forma agresiva y alarmante ahora con motivo aparente de la subida del salario mínimo. Pero el problema no es el SMI, es la desigualdad de unas regiones con otras, como si los gobiernos sucesivos estuvieran obsesionados por el problema del separatismo catalán u otros, y se despreocupara de regiones como Extremadura, a la que se ha marginado expresamente, junto con lo que se llama ahora la España vaciada o saqueada. ¿Qué tenemos que hacer?, ¿declararnos en rebeldía para que nos tomen en consideración?

Comprendo las preocupaciones del Sr. Vara con este salto hacia atrás del trabajo en Extremadura. Ya hemos dicho, en alguna ocasión, que nuestra imagen se refleja en el cangrejo, con su marcha atrás. Es, quizás, el símbolo de Extremadura, no es que avancemos, es que retrocedemos. Es que se nos han quitado los trenes Norte-Sur, enlace con Portugal, el Lusitania. Es que no tenemos un aeropuerto civil, la única región de España que no lo tiene. Es que no se ha facilitado la creación de empresas. Es que no hay un corredor de mercancías. Es que somos una isla en tierra. Es que todo lo bueno va para el mismo sitio. Pero esto, no preocupa al Gobierno. Extremadura puede esperar, Extremadura que se fastidie. Lo importante es que los separatistas catalanes mantengan su desafío al resto de España y no les basten todos los lujos de AVE, EVA o AVLO, o aeropuertos, o puentes aéreos, o puertos marítimos o todos los símbolos del progreso…

Extremadura no importa, por más que lo disfracen; pero nos importa a nosotros, más que Cataluña y más que el País Vasco y más que los privilegiados de siempre. Somos españoles y nos alegramos de todo lo bueno que puedan disfrutar otros, pero creemos de justicia que la desigualdad no sea la norma que rige a nuestros gobiernos. No nos vengan con pamplinas de geometría variable para justificarse.

Exigimos la igualdad para todos los españoles. Para todos. No lujos para unos y miseria para otros.

Sr. Vara, sentimos su impotencia para defender a Extremadura por encima de palabras o de parches. Extremadura necesita un golpe de timón, fuerte, sin complejos. Extremadura debe estar equilibrada porque somos españoles, nos sentimos españoles y luchamos siempre por el bien común, sin privilegio ninguno, sino todo lo contrario. ¡Suerte, Sr. Vara!, pero esto no se arregla con que le hagan promesas, las de hace 20, 30, 40 años. No sirven para nada.

*Presidente de Extremadura Unida.