Recientemente recibimos la fabulosa noticia sobre un nuevo fármaco que bloquea el gen Myc, clave en el desarrollo de la mayoría de los tumores cancerígenos. Dos doctoras del Vall d’Hebron Institute of Oncology han descubierto con experimentos con ratones cómo inhibir este gen en cánceres de pulmón, una noticia cargada de esperanza para aquellos que sufren esta dura enfermedad. Lo controvertido es saber cuándo estos fármacos llegarán a usarse en seres humanos. Muchísimas veces leemos este tipo de noticias, pero nunca la de aquellos que se curaron gracias a esos descubrimientos. ¿Qué ocurre cuando estos hallazgos se ponen en manos de las farmacéuticas? ¿Acaso creen que ese nuevo tratamiento va a terminar con los millones de enfermos? Esto sí que sería una gran noticia. Está previsto que en el 2020 se empiecen los estudios clínicos con pacientes. Y me gustaría puntualizar que las becas y ayudas a este proyecto en ningún momento han sido proporcionadas por fundaciones y asociaciones privadas, en ningún caso hay mecenazgo por parte de gobiernos o instituciones, lo cual da mucho que pensar (y mal). Desde aquí mi solidaridad y respeto a todas aquellas personas que sufren esta enfermedad, y por favor, hagan que por fin se pueda curar.