Maestro

Como dice mi compañeros Carlos, ya estamos en el ecuador del curso escolar. Las mimosas del patio de abajo amarillean y los envidiosos narcisos también. Un poco más arriba Nicolás, otro compañero, ha contagiado su entusiasmo por la naturaleza a sus chavales de tercero y en el huerto, en el que han transformado con su esfuerzo ese trozo de tierra oscura, verdean lechugas, habas, guisantes, ajos y cebollas. La ilusión de sus alumnos, contagiada por su maestro, lo han hecho posible. Es importante que los niños comprendan el esfuerzo que supone la producción de alimentos y valoren el trabajo de agricultores y jardineros, en el que la influencia de la meteorología tiene tanto que ver con la obtención de frutos y la contemplación de la belleza de las flores. Este año también han aprendido, haciéndolo, el proceso de aderezado de la aceituna y la elaboración del aceite. Una escuela activa que contemple la vida es una escuela para la vida. En un lugar del huerto, protegidas por una coraza de cañas, unas encinas nacidas en un aula, de bellotas de las peñas, van desarrollándose lentamente, como todos los seres vivos que logran la longevidad. En el mismo aula, de una castaña de los Ibores, de donde la trajo otra compañera, Alicia, ha nacido un castaño. Los niños lo ven crecer cada día, como vieron crecer las encinas, y comprenden que la vida es algo maravilloso y que la contemplación de los sucesos naturales nos hace más humanos y más respetuosos con la naturaleza y nos ayuda a valorar la vida. De ahí a rechazar la violencia hay un camino lógico y no muy largo. ¿Cómo les explicas que hay personas que desean la guerra? ¿Cómo les explicas que para entrar en el templo de la palabra que es el Parlamento, donde los representantes de los españoles debaten y contraponen argumentos para lograr lo mejor de nosotros, hay que someterse a un cacheo? Es difícil de entender que quienes han sido elegidos por los ciudadanos desconfíen de ellos. ¿Cómo les explicas que nuestro ministro de Defensa, de misa y comunión diarias, diga que al Papa no hay que hacerle caso cuando se posiciona en contra de la guerra? ¿No es el Papa el representante de su dios en la tierra? Pues si el Papa no quiere la guerra será porque su dios le ha dicho que no la quiere. ¿Cómo les explicas que, siendo la democracia nuestra forma de gobierno, si un 80% de los españoles no queremos la guerra, nuestro gobierno ignore nuestro deseo y diga sí a la guerra? ¿Cómo les explicas que un político haya dicho que la política es sólo para los políticos? Aunque tal vez explicándoles que una vez dijo la calle es mía y la hacía suya ordenando la actuación de las fuerzas de orden público contra quienes opinaban de otra forma. Esto de la política profesional debe ser muy duro. El otro día la candidata que va a ocuparse de los asuntos sociales en Madrid dijo lo que pensaba, como Ana, de la influencia de los inmigrantes en el incremento de la delincuencia. Alguno de los suyos clamó al cielo y, como candidata, dijo que no había querido decir lo dicho. Hay quienes para vivir de la política son capaces de renunciar a ser ellos mismos y a pensar libremente.