Ha dicho la señora ministra que los pesqueros deben autoprotegerse con cañones de agua (mangueras de baldeo) y alambre de espino instalado en barandillas y tapas de regala, para evitar que los piratas aborden los pesqueros españoles. Es decir que contra los kalashnikov y las granadas antitanque de carga hueca, hay que oponer chorros de agua de 5 cms de diámetro y 50 m de alcance con viento a favor. ¡Uno ya no sabe si reír o llorar¡

Pero si todo esto es un dislate, mucho más aún lo es el que hayan cogido presos a 2 tripulantes de la lancha atacante y herido a uno de ellos, con el fin de traerlos a España y ponerlos ante el juez Garzón. Los que peinamos canas recordamos el secuestro del Achille Lauro y al americano que lanzaron por la borda con silla de ruedas y todo.

En el supuesto de que los secuestradores amenacen con lanzar por la borda el primer cadáver si no les devuelven sanos y salvos a sus compañeros, con lancha incluida, no sé lo que haría el juez Garzón, pero lo que sí sé es el ridículo espantoso del Gobierno, de nuestra Armada y de España entera, teniendo que aceptar la devolución de los detenidos. Los faroles cuando hay vidas de por medio hay que hacerlos con muy buenas cartas y no con una escalera rota.

Ciertos opinadores no acaban de entender que un barco español --y el Alakrana lo es-- es territorio nacional y como tal, las Fuerzas Armadas están obligadas a defenderlo esté donde esté.

¿Qué dirían los señores opinadores si el ataque se produjera a 12 millas de Vigo?

La solución está en los pesqueros corsarios probado con éxito en la Segunda Guerra Mundial para combatir al enemigo con inteligencia, cosa que les falta a los que nos gobiernan .

Pablo Romero Montesino-Espartero **

Badajoz

Piloto jubilado de la Marina Mercante Española