El dato de su biografía que mejor define a Magdalena Alvarez (Cádiz, 1952) es su capacidad de supervivencia frente a las animadversiones que despierta, ocupe el cargo que ocupe. Al poco de debutar como consejera de Economía fue reprobada por el Parlamento andaluz. Pocos años después, tras fracasar en la batalla por el control de las cajas, toda Andalucía la dio políticamente por muerta. Menos Manuel Chaves, que la colocó en Madrid, donde ahora se ha repetido la historia. Ha sido la única ministra de Rodríguez Zapatero reprobada --por el Parlamento de Cataluña y por el Senado--, los medios de comunicación la dieron por descartada, pero es uno de los contados ministros que han mantenido intacto su sillón desde el primer día.