TCtapitanes de abril y comandantes de mayo, que tales fueron los que hicieron realidad cultural por estos andurriales hace una semana. Joaquim de Almeida, que vistió el uniforme de la revolu§ao, llegó al escenario de esta X Edición del Festival Ibérico de Cinema de la mano de Alexis Valdés y ejerció como galán, y Monleón llegó a La Albuera y se hizo comandante extremeño como un diario le nombra. Otro Adalid, Jesús Sánchez, escritor notable, alzaba su voz sin alzacuello para reprobar a los escritores institucionales. ¿A todos ellos? Me temo que desde algunas tribunas y ferias del libro la ocasión se aproveche para demonizar a un grupo de juntaletras y se olviden a quienes ya son, por mor de las afinidades, tan institucionales como los réprobos. Cosas de ir a la contra y de no ver la viga cuando se entretiene uno en las pajas. Revuelto mes de bélicas jornadas y belicosos jornaleros. Claro que con las nupcias, comuniones y Letizias varias se entretiene el guerrero (y no el Alonso ) y la letra impresa se colorea. La sangre impresa sigue invariable y muestra torturas y batallas en las que no hay adalides. Irak se enquista en el corazón de todos y en la tozudez de Aznar. Posiblemente un día no muy lejano lleguen los veteranos del regimiento a las llanuras polvorientas de Bagdad para rememorar estas batallas. Si es para nombrar a Monleón como muestra de libertad y de paz, me callaré mis blasfemias.

Capitanes de abril, comandantes de mayo. Poetas de feria hoy, domesticados mañana. Pregoneros de plaza ayer, corregidores mañana cuando los regidores escriban poemas de amor y las batallas vuelvan a ser de flores. ¡Qué miedo me dan los que hablan sin folios escritos, madre!

*Dramaturgo