Un importante rotativo catalán se ha visto obligado a demostrar que no manipuló las fotos de la manifestación en Barcelona de los catalanes que se sienten españoles, acusados como han sido por tanto furibundo separata al borde de un ataque de odio, incapaz de admitir lo que la cámara mostraba, o sea, que los que no piensan como ellos son legión y no se quedarán calladitos.

Una tuvo la suerte hace unos años de contemplar una movilización similar el mismo día y en la misma ciudad. Hace poco borré las fotos de corazones enlazando la rojigualda y la senyera y ya me pareció entonces que había muchísima gente alegre, esperanzada, aliviada, familias enteras rebosantes de razón. Todo eso fue antes del ruido y la furia generados desde que el pretendido seny fue sustituido por la demencia fanática o, si usted prefiere, amable lector, desde que el nacionalismo catalán mostró su verdadera cara, una mezcla entre la barbarie y el meapilismo, y permítaseme el neologismo, preferible al arcaico ¡que me aspen!, que es lo que provoca tanto independentista llorón.

El caso es que el prestigioso diario, uno de los que más opinión crea en Cataluña, casi se disculpa por mostrar unas imágenes en que aparece tanta gente y abunda en explicaciones sobre el efecto óptico y demás zarandajas, asumiendo el discurso independentista, aunque su línea sea más bien híbrida y con pretensiones de objetividad. A una le ha provocado náusea que la prensa pretendidamente objetiva asuma que tiene que hacerse perdonar el mostrar unas imágenes repletas de banderas españolas al viento con incontables miles de personas orgullosas de su patria. Eso es lo que se vive en Catalunya, me temo. Miedo a la verdad.

Están feos los abucheos y deslucen la prestancia de quien los recibe, pero no extraña ese golpe a una imagen, por otra parte tan mimada. Los que gritan repudian una política contemporizadora con el golpismo y asociada a un partido que en Madrid estampa su logotipo junto al de Moncloa en el acuerdo de los presupuestos y en Barcelona afrenta al Jefe del Estado.