El Poder Judicial, cuya cabeza visible es Carlos Dívar , no la logrado dar, con el asunto del juez Garzón, la imprescindible sensación de imparcialidad que le es exigible, y más en un tema de la importancia histórica del franquismo. Por el contrario, el gobierno de los jueces ha sido responsable de la honda división social que se ha suscitado con este caso.