Sin publicidad, sólo a base de recomendaciones entre consumidores de buena literatura, Carlos Ruiz Zafón (Barcelona, 1964) ha conseguido vender 80.000 ejemplares de su obra La sombra del viento, publicada en mayo del año pasado y ahora traducida a otros idiomas. Sin prisa, pero sin pausa, el libro que fue finalista del Premio Fernando Lara del 2000 (perdió ante Un largo silencio, de Angeles Caso) va camino de entronizar a su autor en los altares de la novela Barcelona que impulsó un maestro llamado Eduardo Mendoza.

Educado en el colegio barcelonés de los Jesuitas de Sarri (un edificio que le marcó con sus enigmáticos torreones modernistas), Ruiz Zafón cursó, años después, Periodismo, pero se cansó de tanto semiólogo autocomplaciente. Se decidió a ser publicitario y triunfó tanto que a punto estuvo de morir de éxito: "En 1992, cuando era director creativo de publicidad (de la importante agencia de Lorente), lo dejé antes de quedar atrapado en un nivel económico al que no me podría desacostumbrar". Su primera novela --El príncipe de la niebla (1993)-- ganó el premio juvenil Edebé, lo que le animó a escribir más. Al mismo tiempo, se casó y se fue a Los Angeles a escribir guiones de cine. Allí lleva desde 1994, pero anuncia que volverá. Lo dice con más clase, pero da a entender que ya está todo el pescado vendido en EEUU.