INDEPENDENTISMO

Móviles en el Parlamento

Irene Font // Barcelona

Diputados con la mirada baja, moviendo los dedos arriba y abajo mientras el President Puigdemont hace las que posiblemente son las declaraciones más importantes del proceso soberanista. Me impacta. Hoy en día, si levantas la mirada en el metro por un instante, solo puedes ver eso mismo: miradas bajas y movimientos de dedo; mucha interacción, pero bien poca personal.

Carta a Pedro Sánchez

Pau Bosch // Barcelona

Una década de crisis económica, con una tasa de paro juvenil siempre por encima del 40%, un incremento de la presión fiscal en las rentas bajas, medianas y altas, siendo Cataluña la tercera zona geográfica con el tipo marginal del IRPF más alto del mundo, una Generalitat en quiebra con la reducción de los servicios públicos elementales o la falta de empatía del Gobierno español para resolver este conflicto ha provocado el auge del independentismo. La solución es un referéndum pactado vinculante con, por lo menos, tres opciones: añadiendo una tercera vía, Cataluña como régimen foral igual al País Vasco o Navarra, o aplicando la ley de la Claridad de Canadá, en la que solo tienen derecho a segregarse las regiones del Quebec con mayoría independentista. Se resolvería el conflicto, porque Barcelona no tiene mayoría y porque la tercera vía se puede hacer con una reforma constitucional no sustancial. La Constitución ya reconoce los derechos históricos de los fueros y las constituciones catalanas abolidas en 1714, igual que reconoce el régimen foral de 1876 abolido por Franco en Bizkaia y Gipuzkoa. La disposición adicional primera que reconoce la recuperación del concierto económico en los territorios forales nunca fue elegido por la mayoría de españoles en el referéndum de 1978, puesto que la pregunta era: «¿Aprueba el proyecto de Constitución?» en conjunto, y no individual.

Debemos seguir juntos

Xenia Farré // Sant Boi de Llobregat

Estoy harta de que los políticos intenten dividir a la sociedad catalana, que ya mostró su posición el 8 de octubre. Somos muchos los que no queremos separarnos de España. Estamos viendo como grandes empresas abandonan Cataluña y nadie le pone freno. La solución no es separarnos. Me enorgullece ser catalana y española, pero tenemos que reconducir esta situación, ya que los perjudicados no serán los políticos sino nosotros, los catalanes. Ya han conseguido que familiares y amigos estemos divididos.