BECARIOS

Trabajar sin cobrar

Caterina Alonso // San Francisco (EEUU)

Soy estudiante de grado de último año y me quedan pocos meses para acabar mis estudios y empezar a trabajar, lo que no significará dejar de depender económicamente de mis padres, porque ahora se paga por trabajar. Las empresas cada vez tienen un mayor volumen de trabajo y esperan a que esos recién graduados con sed de comerse el mundo acudan a ellas para empezar a introducirse en el mundo laboral y convertirlos en contratos de prácticas que van a trabajar como cualquier otro, o incluso más, pero a los cuales no hace falta pagar, porque al fin y al cabo lo mejor que pueden llevarse no es dinero, sino experiencia.

ADOLESCENCIA

Competir por el físico

Cristina Torres // Plasencia

Como adolescente, cada día oigo conversaciones en las que se critica a la ropa o el peinado que lleva la chica que se sienta en la primera fila de la clase. Pero hoy, pensando qué nos aporta todo esto, he llegado a la conclusión de que nos hace sentir superiores. Y es que solo deseamos posicionarnos un nivel por encima de la otra persona. Esta voluntad de querer pasar por delante de los demás se debe a que nos hemos convertido en un grupo social muy competitivo, donde solo triunfan los mejores. Y lo hemos trasladado a nuestra imagen, aquello que ven de nosotros y lo único que pueden juzgar los demás sin conocernos, llegando a aparentar tener vidas perfectas. Me planteo si es muy sano vivir en un mundo donde el único objetivo es pisar al de al lado para subir un nuevo escalón. ¿No sería mejor colaborar entre nosotros para conseguir una meta común?

MUERTE

Los niños y el duelo

Lidia Rubies // Barcelona

Al morir la abuela de nuestro hijo de 6 años, tanto su padre como yo decidimos que él también tenía derecho a despedirse de ella y saber qué había pasado. Ya que parece que en nuestra sociedad no exista la muerte y quizá pecamos de proteger excesivamente a los niños, cuando tendría que ser una cosa más normalizada. Por suerte, en literatura infantil hay una serie de cuentos donde, por medio de personajes, se trata este tema de manera impecable. Nosotros acompañamos a nuestro hijo en todo momento y él quiso (y pudo) despedirse de su abuela y hacer el duelo como el resto de la familia, sin ningún tipo de trauma ni ningún mal trance.