NAVIDADES

Víctimas del embrujo consumista

Alberto Grela // Desempleado

Las fechas navideñas son como los leños que crean lumbre para convertirse poco después en brasas y luego en cenizas. Los niños ya no son los únicos protagonistas en el escenario navideño desde que los adultos se subieron al carro del gasto y el consumo. Estas fechas se transforman en un afán de materialismo encubierto, flagelado por un agonizante escenario económico. Desde que nuestra sociedad contrajo enfermedades como la avaricia, el afán de poder, el materialismo y la hipocresía la Navidad se ha convertido en una fiesta carente de transparencia, basada únicamente en una apología del consumismo. Estas plagas no se mitigan con sonrisas fingidas aliñadas con una copa de champán en la mano, ni con los sermones baratos de nuestros líderes políticos. Porque también en Navidad podemos ver imágenes en tiempo real de un padre sosteniendo el cuerpo de su pequeño hijo huyendo de la guerra. Mientras somos víctimas del embrujo consumista, cientos de niños están siendo asesinados y no hacemos nada por evitarlo. Estas y muchas más atrocidades están sucediendo en un mundo a cada paso más inhumano y sanguinario, plagado de guerras en las que no sabemos quiénes son los buenos ni los malos. La hipocresía es una plaga devastadora y la principal amenaza contra la paz.

SANIDAD CACEREÑA

¿Escasez de uvas o ‘mala uva’?

Luis Iglesias // Cáceres

Que los enfermos tengan que compartir las 12 uvas con su acompañante la noche del 31 de diciembre en el hospital San Pedro de Alcántara suena a risa. Vale que a los cuidadores no les den la cena de Nochevieja ni la comida de Año Nuevo (que ya me parece poco detalle para quienes tienen que pasar allí muchas horas en fechas tan señaladas), pero lo de las uvas ya suena a tacañería. Ah, y encima a los enfermos diabéticos les regalan un paquete de dulces que pone que son aptos para ellos y cuando lees los ingredientes el primero que figura que contiene es azúcar. Algunos se han excedido en su ‘dulzura’ y otros han tenido ‘mala uva’.