EL LENGUAJE

‘Portavoza: femenino y singular

Jesús Pichel

Profesor de Filosofía // Madrid

En su Tractatus logico-philosophicus (1921), Wittgenstein acertó al comprender: «Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo». Si en el lenguaje se representa el mundo, mi mundo abarca únicamente lo que mi lenguaje puede representar. Y, puesto que pensamos palabras, solo puedo pensar lo que puedo decir: lo indecible es literalmente impensable. Por suerte, las palabras son puramente convencionales, las inventamos nosotros y les damos su significado.

Por eso, ningún lenguaje es nunca definitivo y todos los lenguajes están siempre en construcción. Que un nuevo término -o una nueva significación de un término conocido- sea aceptado o no, depende del éxito de su uso. La mala suerte es que el lenguaje no es neutral y en cada palabra se esconden representaciones del mundo ideológico que las genera. Que para referirnos a nuestra pareja utilicemos el posesivo mi no es casual. La palabra portavoza no existe y, sin duda, es gramaticalmente incorrecta. Aunque debería decir que no existía, porque de repente ha sido enunciada, inventada, y, por muy incorrecta que sea, por muy en contra que estemos, todos entendemos perfectamente su significado y la carga ideológica que va con ella. Quizá desaparezca tan abruptamente como ha aparecido o quizá a la vuelta de unos años aparezca en el diccionario de la RAE, quién sabe. Su éxito dependerá del uso que hagamos de ella, de si es una representación útil para entender el mundo en el que vivimos, o si simplemente sea una anécdota ideológico-lingüística que se extinga cuando el furor de la noticia se esfume. Cuánto revuelo por una palabra. ¿Lo que verdaderamente molesta es su incorrección gramatical o su incorrección política?

LAS PENSIONES

El plan de Rajoy

Francisco A. Coll

Barcelona

Rajoy ha comentado que con los ahorros nos paguemos un plan de pensiones, que no nos gravará y podremos rescatarlo dentro de 10 años. ¿Cómo puede uno ahorrar con un sueldo que no llega a los 1.000€ y pagar un plan de pensiones? Esto sí lo pueden hacer los políticos, pues cuando dejan el cargo les queda una buena paga vitalicia. A mí me quedarán apenas 1.000 euros, y he cotizado 45 años. Si a esto le llaman vivir en un Estado democrático, que me expliquen qué es la dictadura a la que nos someten estos gobernantes.