INTERVENCIÓN DE RUSIA

La quinta columna separatista

Juan Gómez Vadillo // Madrid

Con motivo también de las elecciones en Italia ha vuelto a quedar patente la traicionera campaña de Putin para dividir y debilitar a los demás Estados del mundo. Si el adoctrinamiento en escuelas y medios de comunicación en Cataluña pudo inducir a no pocos catalanes a adherir a un independentismo totalitario, la conducta de sus dirigentes en los últimos meses y el apoyo que estos han recibido en Europa, sólo en la extrema derecha, al que se suman esas intervenciones desestabilizadoras desde el Kremlin tendría que haber abierto los ojos a esos separatistas catalanes y más aún a sus seguidores del resto de España.

Da vergüenza tener recordar que el Gobierno ruso está dirigido hoy descaradamente por la KGB y no es de izquierdas, sino tan fascista como los grupos a los que apoya en Europa y EEUU. Así demuestran con los hechos ser al apoyarlos muchos izquierdistas del resto de España, perdón, del Estado español. Con de ese modo una quinta columna de un independentismo nacionalista, es decir insolidario discriminador y violento, en cuanto puede, en sus métodos. Esos «progresistas», confunden, en el plano internacional esa «División Azul», esa internacional fascista, con las Brigadas Internacionales. Y así estamos.

LA LUCHA EN LA CALLE

Rajoy y los pensionistas

Pedro Serrano // Valladolid

Con Mariano Rajoy está tan a gustito en la burra. Esa burra a la que le han subido la acción o inacción de Podemos y PSOE y la devoción de ciudadanos.

De manera que, aún gobernando en minoría, está convencido de que él es el rey del mambo.

Claro que, en honor a la verdad, Mariano Rajoy no gobierna: sestea. Su trabajo consiste, básicamente, en decir «no nos metamos en eso», esperar a que amainen las tormentas y poner zancadillas a las iniciativas de la oposición.

Ahora, los jubilados le han interrumpido la siesta, se ha levantado de mal humor y anda llamándoles de todo a Podemos, al PSOE y a los sindicatos. Que si son unos populistas y demagógicos, que si no acepto lecciones del PSOE, que si de donde van a sacar el dinero para subir las pensiones. Cosas así anda gritando por las esquinas; todo porque los pensionistas le han despertado del sueño apacible en el que estaba sumido para pedirle una subida digna de sus pensiones.

Quien se lo iba a decir al presidente Rajoy. No es la oposición, ni la corrupción lo que le está poniendo de los nervios, sino esos decrépitos pensionistas, hasta ahora sumisos y pacíficos entre los que hay un alto porcentaje de fieles a su causa.