ESPAÑA Y CATALUÑA

Lloramos

Martín Sagrera // Barcelona

Cataluña y España lloramos. Se han difundido algunas imágenes llorosas, desde la de Junqueras y Rovira hasta la de Forcadell y Turull, en espera de las del recién capturado Puigdemont, quizás incapaz hasta de eso. Lágrimas que pueden ser naturales, tras su tan lógico como rotundo fracaso. Pero también pudieran ser fingidas para continuar ese pésimo papel infantil de tantos paisanos míos «modernos», de jugar a ser víctimas, «llorica» (Pla), ahora que pueden hacerlo como «mártires» encarcelados. Sus lágrimas muestran su falta de entereza, de responsabilidad y de sentimientos; que de haberlos tenido, habrían evitado las lágrimas de millones de catalanes y españoles de pro al ver divididas por su culpa nuestro pueblo y hasta nuestras familias, deshonrada y ludibrio del mundo nuestra tierra y arruinada gran parte de nuestra economía.

OPEN ARMS

Patente de corso en la Europa de hoy

Juan Ferré // Barcelona

Qué ha sido de la Europa de los valores. De la humanidad, de la comprensión, del asilo, de la fraternidad, de la democracia... De la Europa defensora de los derechos humanos. Siento vergüenza, rabia, impotencia, consternación, estupefacción y seguramente algo más que no acierto a nombrar. Con la actual política de migración de la Unión Europea sobre las personas que huyen de las guerras, del terrorismo, de la barbarie o del hambre y que creen que encontrarán en la vieja Europa el remedio para todos sus males, nuestros políticos no quieren darles la respuesta necesaria, prefiriendo fomentar la muerte en el Mediterráneo. Las oenegés que trabajan en el Mediterráneo han estado llevando a cabo una labor humanitaria encomiable, pero con la detención y retención del barco de la oenegé Open Arms se ha acabado.

Prisión permanente

Más psicólogos

Nereida Bueno // Madrid

La prisión permanente revisable no es justicia para las víctimas. Como persona, les entiendo, pero como psicóloga no puedo. Quien pide la prisión permanente revisable debe saber que la ratio de psicólogos penitenciarios es de uno por cada 250 internos. Esto significa atender a cada uno cinco horas al año, tareas de gestión aparte. Un tiempo insuficiente para reinsertar casos complejos ni tampoco para tratar a ningún paciente. Por eso es injusto decir que hay internos no reinsertables si no hay medios suficientes.