MUNDO INTERIOR

Sueños y pesadillas

Luis Pérez // Alicante

De bien niño, las fantasías han formado parte de mi mundo interior. La más ilusionante era la de poder volar. Tan intensa era que todavía hoy sueño que vuelo: entre las casas, sobre los árboles... Además, en sueños puedo tirarme desde los tejados y planear abriendo los brazos. Otra fantasía soñada era la de tener facilidad para jugar al fútbol. Marcaba goles desde cualquier posición. En cuanto a pesadillas, me aterraban los aviones sobrevolándome. Yo me escondía debajo de los árboles pero ellos me perseguían. Fuera de los sueños contemplaba las estrellas. Más tarde, las fantasías se asentaron en el mundo del amor. Solo podía besar a las chicas en sueños. Despierto, imaginaba que en ocasiones se podrían presentar, y conseguirlo era un hito. La cosa se complicó cuando del amor pasé al sexo. Otra fantasía ha sido cómo tener dinero fácil. No mucho. Me bastaba con meter la mano en el bolsillo y sacar lo necesario. Nada de ello ha sido posible. Solo he sido dueño de amar. Siempre he tenido a quien amar. Siempre he tenido quien me ha amado. Y con ello me quedo, no es poca cosa. Sobradamente conocida es esta frase nación.

CATALUÑA

Basta de este color

Robert Cros // L’Hospitalet de Llobregat

Los señores Puigdemont y Torra continúan con el derecho a decidir y la autodeterminación. ¿Es que no se han leído el artículo de la Constitución donde deja muy claro que la división del país es innegociable? Por favor, basta de este color. Si los catalanes son tan osados que consideran que en pleno siglo XXI lograremos la independencia es que nos hemos vuelto locos.