LAS CRÍTICAS

Terapias alternativas

Javier Sebastián López Oliva // Casar de Cáceres

Quería hacer referencia a un artículo que publicaron el día 8 de diciembre del presente año sobre los médicos que recetan medicamentos de pseudoterapia. Me parece extremadamente grave que un medio de comunicación independiente emita juicios sobre las noticias y sentencie a muerte a terapias tan antiguas como la acupuntura, la homeopatía o las hierbas naturales. Formas de sanación que se utilizan desde hace miles de años por la humanidad (con resultados demostrados científicamente) y que están siendo aniquiladas por la industria farmacéutica en pos de sus beneficios económicos.

Considero que antes de tomar parte en una discusión tan importante como la salud de los seres humanos, deberían informarse también con otras fuentes (igual de confiables que el colegio de medicina) y que dieran lugar en sus columnas a ese tipo de información sobre terapias alternativas para que la población pueda elegir con libertad en vez de coartar la libertad de decisión emitiendo juicios como si fueran verdades.

LA VIOLENCIA

El fútbol pierde

Julio Lozano Ramos // Madrid

Es una alegría encontrar un veterano periodista deportivo tan valiente que no duda en denunciar con detalle y en caliente lo hoy más sagrado, intocable y, por tanto, finalmente refugio de corruptos: el futbol. Porque no se ha enviado un mensaje contundente a los violentos, organizando el partido donde debía o suspendiéndolo, como hizo Inglaterra tras Heysel. Muy al contrario, la Conmebol, organizadora de la Libertadores, ha decidido lo que ella misma calificó al principio de «locura», siendo de hecho una auténtica vergüenza para todos los latinoamericanos.

Completando ese vergonzoso ciclo de miedo y huida ante la violencia, unos dirigentes deportivos, por intereses espurios, han aceptado encantados que se haga la final aquí, con lo que «antes de su desenlace, el fútbol habrá perdido». El negocio debe seguir por encima de todo y todos, como la Champions por orden de la UEFA el día del 11-S, concluye Orfeo Suárez.