OPOSICIONES

Suspensa por tecnológica

M. Ángeles Recio Fraire // Mérida

Uno de los principios fundamentales en una oposición es la igualdad. Oposiciones a maestros educación física: 15 tribunales. Muy objetivo. Todos los opositores a cara descubierta: muy objetivo, transparente e igualitario.

Algunas plazas con DNI, conozco a muchos interinos que han sacado entre 9 y 10. ¡Qué suerte! ¡Qué perfección! Tribunal número 2, Isabel M. Rojas al frente: en su primera intervención en el aula antes del primer examen (delante de 50 personas), entre otros asuntos explicó que, en la unidad didáctica, se podrían utilizar medios electrónicos sin conexión al exterior. Este tribunal ha suspendido a mi hija en esta unidad ¡con un 0! por utilizar una tablet para reproducir un vídeo, sin conexión al exterior (vean el punto 10 de los criterios de evaluación. Y no busquen la penalización por el uso del dispositivo. No la van a encontrar).

Presidenta que, junto al resto del tribunal, le felicitó por su exposición, hicieron fotos de su material, se quedaron con cuadernillos, preguntaron su edad, cómo y dónde había realizado el vídeo. Quien le acompañó a la puerta nos dio la enhorabuena a su padre y a mí por su exposición. En la revisión, lo niegan todo. Han cometido varios errores muy graves. ¡Menudos docentes!, ¡Qué pena de niños!.

Os deseo lo mejor. Hay que cambiar las contradicciones de la convocatoria, señora consejera de Educación. Si se conoce al opositor, transparente no es. Y suspender a alguien por utilizar las nuevas tecnologías que ustedes fomentan ... ya me contará.

DEBATE

Mucho espectáculo

Irene Egea // Estudiante

Son las siete de la mañana y me dispongo a leer los titulares más destacados para empezar el día informada. Lo que me encuentro son una serie de noticias que recuerdan más a las mejores jugadas dentro de un evento deportivo. Que si Sánchez enfría el pacto, que si Casado se aferra al no. Todas ellas narradas con un tono épico que parece tratar de ocultar el verdadero problema: hubo unas elecciones con unos resultados claros, pero les cuesta mucho ceder para formar gobierno.

Esta espectacularización de la realidad política contemporánea me aterra. Quizá soy todavía demasiado idealista, pero gobernar un país no debería considerarse el premio de un torneo. No debería haber vencedores ni perdedores, ni ser una lucha constante de los egos de los más destacados líderes políticos. Formar y dejar formar gobierno debería ser un acto de responsabilidad, la responsabilidad de escuchar lo que los ciudadanos y ciudadanas hemos ido a votar, la responsabilidad de atajar problemas que son más que una moneda de cambio o elemento de presión para tener más poder. ¿En qué momento la situación política actual española se ha convertido en un torneo futbolístico?