TOROS

Mérida ha entrado en la modernidad

Antonio Castañares Velasco // Mérida

Sobradamente conocida es esta frase nación. Ya está, de golpe Mérida ha entrado en la modernidad. En la modernidad de los modernos de ahora.

Uno llegó a esta ciudad hace 36 años y la Feria Taurina de Mérida era la mejor de Extremadura. Pero de poco sirve la nostalgia pues es un hecho que este año, nada de nada.

La plaza la compró un empresario de fecunda trayectoria empresarial pero que de organizar corridas debe saber tanto como cualquiera de nosotros. Nos dice que los empresarios taurinos no quieren organizar festejos porque pierden dinero, cuando hay que recordar que hace pocos años cogió la plaza José María Garzón y levantó la feria. El mismo que levantó la de Cáceres y al que echaron de ambos sitios.

El ayuntamiento, por su parte, dice que no tiene competencias en la organización de la Feria Taurina, -¡cierto, qué caramba!-, eufemismo con el que justifica no soltar un euro para los toros.

Mas nos vamos al programa de Feria y, a lo que se ve, el ayuntamiento sí tiene competencias para contratar a El Canijo de Jerez, con entrada gratuita, y algo tendrá que ver en cuanto al Festival Stone & Music, con Hombres G y Gloria Gaynor. Al respecto y al margen del coste del festival, supimos que sólo en promoción y difusión del mismo se aprobó un gasto de 100.000 euros, aunque la señora concejala competente del disparate nos aclaró que los fondos para este dispendio proceden de la Junta de Extremadura.

Qué facilidad la del ayuntamiento para adivinar los gustos de los emeritenses. Interpertará que a los que tenemos cierta edad, y digo yo que somos los que pagamos impuestos en abundancia (Mérida es probablemente la ciudad de Extremadura con los impuestos municipales más altos), nos encanta ese festival, pero que nos traen al pairo los toros y mucho más, por poner un ejemplo, la suciedad de la ciudad, tantos y tantos contenedores juntos y a la vista, y muy pocos soterrados.

En fin, que para tomar decisiones está el finísimo olfato de nuestros políticos y pensarán que deben tener más en cuenta a quienes hay que contentar, y menos a los que hay que seguir friendo. A impuestos, se entiende, sin aportarles servicios medio decentes.

FÚTBOL

Escupir en el campo

Josep Canal // Olot (Gerona)

Hace tiempo mandé una carta para dejar clara mi indignación al ver cómo los futbolistas escupen sistemáticamente sobre el césped, una costumbre poco elegante que se tendría que corregir desde la federación. No hay que olvidar que los jugadores caen a menudo al suelo y pueden toparse con un escupitajo, por lo que estaría bien desde un punto de vista higiénico. Hay infinidad de deportes con un desgaste físico muy superior al fútbol y nadie siente la necesidad de escupir.