ARMAS NUCLEARES

Un planeta como un bidón de nitroglicerina

Miguel Fdez-Palacios Gordon

Madrid

El pasado 26 de septiembre se celebró el Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares. Aunque desde su primera resolución en 1946 la ONU no ha cesado de impulsar el desarme nuclear, todo ha sido en vano: actualmente hay más de 14.000 engendros de exterminio masivo en silos y arsenales.

En el año 2017, 122 estados miembros de la ONU aprobaron el Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares, hoy absurdamente inoperante porque solo lo han ratificado 12 países de los 50 necesarios para proscribir este infernal armamento. Pero más irracional y reciente es que Estados Unidos, país que debería ser un ejemplo, suspendió un acuerdo vigente hace 32 años que limitaba la proliferación de este cruel peligro, a lo que Rusia amenazó con más y mayor horror. Mientras ambos incrementan el presupuesto que modernice sus armas atómicas, una larga lista de países, con China a la cabeza, no paran de aumentar su colosal programa de expansión militar. Y debido a esta belicosa y cara sinrazón, toda la humanidad habita un planeta convertido en un inestable bidón de nitroglicerina ante la amenaza de una alocada hecatombe nuclear.

HORARIOS

La tele no ayuda

Enriqueta de Irízar

Barcelona

En este país siempre hemos tenido un horario fatal, y no creo que lleguemos a incorporarnos al europeo. Que la televisión programe las películas a partir de las 22.30 es normal; lo que no lo es es que si son capítulos de una hora, pongan cuatro, y así terminen a las dos o las tres de la madrugada. No importa si no son capítulos seguidos, pues entonces se pueden ver solo dos, pero si son seguidos te quedas a la mitad, lo cual fastidia bastante. Si es una película puede empezar a las 22.30 y acabar a las doce, es un horario que se puede aguantar, aunque haya que levantarse a las seis de la mañana, siempre que no sea cada día.