SALUD

El tabú de las ETS

Yosune Rodríguez

El Masnou

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) existen pero no se habla de ellas, por lo que contraer una enfermedad o infección sexual conlleva desconocimiento y culpa. La causa recae en la poca información recibida, ya que algunas de estas dolencias no se contagian solo de manera vaginal o anal sino también oralmente. Precisamente por el tabú creado a su alrededor, cuando se contraen se acarrea una culpa irracional. No solo la culpa autoimpuesta sino que, además, el hecho de tener que avisar a las posibles personas que también puedan estar infectadas se convierte en un paseo de culpa, vergüenza y juicios morales. ¿La varicela es un tabú? Pues hablemos de las ETS/ITS con la misma libertad, por favor, por el bien común.

tecnología

Eternos esclavos del consumo

Sara Sánchez

Callosa de Segura (Alicante)

La fecha de caducidad en los alimentos alerta, ayuda y prevé al consumidor de que el producto en cuestión no debería consumirse tras la fecha indicada. Sin embargo, ¿podríamos decir lo mismo cuando se trata de tecnología? Obsolescencia programada es a lo que llamaríamos vulgarmente a la fecha de caducidad de los aparatos tecnológicos y electrónicos. El consumidor, en este caso, no es alertado, ni mucho menos prevenido, de que es cuestión de tiempo que dicho objeto deje de ser útil, porque así está planificado. No estamos ante un término ni un tema nuevo, sino que llevamos viviendo con ello desde 1932, cuando esta idea afloró para conseguir la ansiada salida de la Gran Depresión en EEUU.

Desde entonces, los fabricantes y productores tenían en sus manos una corriente de ingresos y producción masiva, dado que estos productos tienen programada su utilidad y, como consecuencia, los consumidores adoptan por continuar este proceso, comprando nuevos productos que tienen como final seguir su curso. Algunas industrias son criticadas por abusar de esta práctica, sobre todo en lo referente a baterías y la falta de reemplazo de estas, lo que ocasiona la compra de nuevos iPods, móviles, tabletas... Además, este método no solo está en el campo tecnológico sino en la moda o el diseño, debido a la frecuencia con la que cambian.

La sociedad está claramente inmersa en este sistema del que se diría que nosotros somos los eternos esclavos del consumo y ellos nuestros interminables productores.

internet

Ceder datos a terceros

Oriol López

Manresa

Aplicaciones, redes sociales, páginas web... Todas estas palabras forman parte de nuestro vocabulario y las grandes empresas lo saben. Cuando aceptamos hacer uso de estas estamos aceptando ceder una gran cantidad de datos a terceros, los cuales los pueden vender a compañías que las utilizarán para sus intereses. Las personas estamos dispuestas a ceder estos datos a cambio de poder entrar dentro de este universo virtual, de disfrutar de nuestra dosis de esta droga. El beneficio para las empresas y la adicción de los ciudadanos hacen que me pregunte: ¿Qué es más probable, que las empresas dejen de utilizar nuestros datos para hacernos bailar como títeres o que la ciudadanía se levante contra este abuso?